lunes, 19 de junio de 2006

Las maravillas de la "laya" de algunos.

Se dice que se nace con algún tipo de don, algún tipo de destreza que nos hace superiores a los demás en lo que a ese don se refiere: los futbolistas en la cancha, los cantantes en el escenario, los escritores frente a una historia, entre tantos otros dones que generan esta amalgama de seres expertos en cada cosa que ni Dios tiene claro de tantas que hay.
Pero me llama la atención algo que, a sabiendas de esto, hoy lo observo con mayor atención y me sorprende. La "laya", y no cualquiera: "la de los políticos".
Laya, llámese manera con la que, una persona, se desenvuelve en un mar de situaciones por medio del léxico, del habla.
Me llama poderosamente la atención la capacidad de manejar situaciones que a vista de todos son ineludibles e innegables frente a la opinión pública, de lograr revertirlas y manejarlas de tal manera que salgan total y absolutamente libre de todo reproche o cuestionamiento, sin perjuicio de que por razones de honra u honor te puedan llevar a los adorables salones revestidos de una acogedora madera de los nuevos tribunales de la reforma procesal penal por injurias y calumnias supuestas.
No puedo lograr aclarar en mi mente el hecho de que tengamos una lista interminable de hechos que a vista de todo el mundo que tenga una capacidad de "discernimiento" ya desarrollado son deshonestos, turbios y en contra de todo un país y, así y todo, nos quedemos impertérritos mirando, con cara somnolienta a eso de la media noche, a Fernando Paulsen o Ivan Nuñez o al periodista que esté de turno opinar y analizar con cientistas políticos y demases los temas de interés que nos están afectando hoy por hoy y no hacer nada por nuestra cuenta. No lo entiendo.
Me avergüenzo, me recrimino.
Me gustaría tener esa capacidad de reaccionar y atacar a las personas que se jactan de honestos y sabemos muy bien que no lo son con esa arma poderosa y total que utilizan estos señores políticos y personaros de nuestra alta alcurnia criolla: esa capacidad de hablar cosas y opinar sobre temas en pro de ellos mismos con una “cara dura” que asusta y lograr que la gente termine hipnotizada por su linda manera de decir las cosas.....la "Laya".
Espero me sirva para la venta en mi trabajo....

Para los que nos quedamos callados y aceptamos cualquier cosa de nuestros gobernantes.