viernes, 17 de noviembre de 2006

Las malas costumbres

¿Qué pensará Guido ?
¿Qué pensará Michel ?
¿Qué pensará "Don Ricardo" ?
De seguro algo distinto de lo que la mayoría de las personas de este país piensan cuando ven salir en las noticias e incluso en CQC lo de "CHILE-RECORTES".
La verdad no me imagino lo que pasa por sus cabezas; pero sí podría asegurar lo que los mortales como yo pensamos: "p'tas que son ladrones los políticos; todos son unos corruptos, adonde vamos a llegar".
Todos hemos dicho en algún minuto lo mismo, tirándole la pelota a todos los demás menos a nosotros mismos.
Mi amigo Pato puede dar fe que lo que voy a decir ahora lo dije hace ya un tiempo a la fecha en una de esas conversaciones de desahogo que hacemos de vez en cuando con un pisco sour para amenizar.
Creo que la corrupción es un mal endémico de nuestro pueblo, una herencia que trasmitimos queriendo o no a todo ser nacido y criado en Chile. Sí, estoy diciendo que todos somos corruptos a nuestra manera - ojo que en toda regla hay excepciones - en nuestro mundo, en lo que nos rodea. Siempre he sentido que los chilenitos demostramos mucho interés en saber la opinión del otro sobre nosotros, sino, por qué siempre que nos encontramos en una reunión con un extranjero le preguntamos lo mismo: ¿que piensan ustedes de nosotros los chilenos, cómo nos ven?
Hemos demostrado que siempre queremos ser mas de lo que realmente somos y nos aferramos a cualquier posibilidad de ganar aunque sea una pizca de "poder", ni siquiera dinero como prioridad, sino poder ( el dinero llega por añadidura ).
¿Cómo sería así por ser?
Simple: Por ejemplo un inspector de aduanas en el paso los libertadores, no fiscaliza a fondo a sus amigos personales o familiares porque les quiere brindar la posibilidad de pasar matute y ganarse unas lukas demas. Pero hay leyes que prohiben eso, no importa él tiene el poder de obviar la ley y favorecer a quien él determine.
Otro ejemplo mas simple: varios fotógrafos se interesan en entrar a las primeras comuniones de varios cursos en un colegio católico y el portero es el que derermina quien entra y quien no; de seguro entra el que logra pasarle algunas lukitas por debajo y dejarlo contento. El hace uso de su poder, que aunque básico,fue lo suficientemente "poderoso" como para influenciar sobre el trabajo de otro. Simple, común pero definitivamente cochino.
Lo cieto es que lo hacemos todos y a diario, cuando vamos a una fiesta pagada y conocemos a uno de los organizadores o de los que sirven o pone la música, tratamos de contactarlo y ver qué puede hacer para dejarnos entrar gratis o por lo menos con descuento. Con esto logramos darle ese minuto de poder a ese pelagato que obviamente lo disfruta a concho esos instantes.
Hasta aquí vamos dentro de lo normal, pero qué pasa a medida que comenzamos a escalar en los distintos escalafones sociales. A los cargos de responsabilidad como: jefes administrativos, gerentes, alcaldes y hasta los "honorables" como se le dicen a los diputados y senadores. El poder es mucho mas "poderoso" y tiene la posibilidad de manejar mas cosas, personas y dinero.
Aquí es donde queda la grande porque la tentación de hacer uso de su poder en beneficio propio es realmente prometedor: robas hasta lo que no puedes y tienes defensa asegurada porque todo se lleva al campo de la política y ... los partidos no albergan a "guiñas" en sus filas por lo que es imposible que sean verdaderas las acusaciones de las que son "víctimas " los honorables como Guido. Y ahí queda todo. El crimen no paga. No se investiga como debe ser, se dilatan los informes, desaparecen los computadores y carpetas con los expedientes, pasa el tiempo y nunca se sabe la verdad, nunca se sabe qué pasó con los $500 millones que el sr. Hamilton pagó por el desmalezamiento de la RPC, nunca se sabe en qué quedó lo de las indemnizaciones a personeros ligados al gobierno como el padre del ex-ministro García que dijo que no devolvería los $xxx millones que legal o ilegalmente le pagaron, y así los sobresueldos, los contratos juleros con Tribasa, el caso MOP-GATE y porsupesto CHILE-RECORTES.
Ojalá entendamos que debemos cambiar nuestras costumbres y así sentirnos moralmente libres para cuestionar y pedir cuentas a quienes corresponda y enseñar a nestros hijos y jóvenes a ser un poquitito mas honestos con nosotros mismos.
Se parecen mucho a las palabras del senador Flores del PPD...y eso que no soy uno de los "honorables", aunque no estaría mal recibir un sueldito de los que están acostumbrados.