El hecho de ver la vida reducida a gris y una carrera por la supervivencia me hiela.
Yo he visto, vivido y disfrutado mucho de lo hermoso que es este planeta....pero mis hijos....mis hijos recién empiezan.
No debo parar en enseñarles lo bueno que es creer en el ser humano y en el respeto a la madre naturaleza.
Una vez tuve un sueño en que los veía en ataúdes, vestidos de sus ropas que ese día se habían puesto, rodeados de un mundo caótico y brutal, negro y frío como el espacio, lleno de nubes cargadas de una lluvia que nunca llegaba y solo pude despertar con un llanto apretado en mi garganta y un dolor fuerte que me apretaba el corazón. No recuerdo haber tenido un sueño tan maldito como aquella vez. Y así y todo siempre trato de recordarlo para que me refresque lo que yo creo fue el mensaje que recibí, mensaje que me hace vivir cada día mi premisa frente al mundo: que mientras viva mis hijos verán en mí a un hombre bueno que cree que somos capaces de soñar con un mundo a salvo de si mismo.
Amo a mis hijos y a mi esposa....nunca dejaré de hacerlo.