Pues bien según mi visión del tema es que este tiene varias aristas:
La primera es que nos demuestra que las instituciones internacionales a las cuales Chile ha adoptado en sus relaciones exteriores funcionan y bastante bien con principios claros y definidos.
El presidente de la Corte dentro de sus fundamentos del fallo ha indicado que la Corte trabaja en función de 3 etapas ó alternativas de solución siendo la primera una distribución democrática y equitativa de los territorios en disputa, es decir, una salida "salomónica", la cual ha sido propuesta por la Corte y a la que ambas representaciones de cada parte hicieron sus descargos respectivos NO llegando a imponer los argumentos necesarios para descartar completamente esta salida "salomónica". Siendo entonces ésta la salida principal por la cual trabajaría el tribunal. De los descargos presentados Chile fue el mas potente logrando que esta "salida equitativa" no se aplicara en su totalidad sino demarcando claramente parte de los límites que Chile defendía logrando así que las nuevas líneas de frontera no fueran, primero en absoluto a lo presentado por Perú y segundo tampoco en su totalidad en relación a la alternativa equitativa que planteaba la Corte. De todos modos al ser una salida "salomónica" Chile debía perder parte de su soberanía y así se determinó.
Lo segundo es que ésto nos enseña a que los temas se conversan claramente y de una y no "chutearlos" hacia el futuro cercano, ya que gracias a esa poca claridad de las negociaciones gratificadas en los tratados y convenios con nuestro vecino han hecho que lo que creíamos sanjado no era tan así y los documentos no gozaban del peso necesario para descartar de forma absoluta la demanda peruana. Debemos aprender de una buena vez por todas que las cosas se negocian y se escriben en papel clarito y sin enojarse y aplicar esta política desde "el taladro prestado al vecino", "el contrato de servicios" hasta los límites de nuestras fronteras. Así nos ahorraremos muchos malos ratos.
El tercer punto es que nos damos cuenta que somos Chilenos y hacemos soberanía cuando los medios de prensa así lo requieren, cuando sentimos que nos vulneran nuestros derechos por sensación colectiva, pero nunca en la vida diaria. La extrema centralización de nuestro país, la falta de cohesión entre nuestras regiones, el nulo desarrollo de las provincias como política de país y la concentración de las riquezas y el poder hacen que seamos un país segmentado, desigual, injusto y con cero sentido de País como concepto, marca e identidad propia y única.
Nuestra identidad se enmarca sólo en esfuerzos personales y sectoriales con búsquedas mas románticas o de ambiciones personales, nada colaborativo ni con visión de futuro ni desarrollo.
Si hasta Perú tiene su marca con esa "P" basada en los geroglíficos de NASCA.
Lo cuarto es que nos molestamos y reclamamos ahora, justo después del fallo, sobre el tema de los peruanos en Chile, ahora que ya es tarde para poner parámetros antes de tener un problema. Ahora ya tenemos 130 mil peruanos en Chile, sin mencionar a otras colonias residentes, y no hay una política clara de cómo se manejan nuestras fronteras en relación a los inmigrantes. Flaco favor hacen declaraciones xenofóbicas a nuestro legítimo derecho a decidir cómo recibo a las visitas en mi casa.
Creo que este tema, aunque no guarde ninguna relación real con el fallo de la Haya, es un punto que el gobierno de turno debe abordar de una buena vez y no dejar pasar mas años en que tenemos oleadas de inmigrantes en donde no hay una política clara que los rija y que "raye la cancha" a quienes deciden visitarnos en nuestra casa. Debemos garantizar su estadía claramente, pero a quienes cumplan con las exigencias mínimas de ser un aporte a la nación y no una carga para la sociedad y que debamos pagarle hasta las necesidades básicas dejando de lado a compatriotas sin esa ayuda.
Una vez que tengo mi casa limpia y mi familia en perfectas condiciones puedo recibir visitas y adoptar a amigos en mi techo, siempre y cuando acepten mis condiciones de convivencia y estadía.
Con esto no olvido que nuestra experiencia en otros países como inmigrantes los Chilenos hemos tenido galardones positivos y marcas negativas, pero en los países en que las normas de inmigración son claras y definidas, los chilenos residentes han demostrado ser colonias importantes y que aportan a las comunidades, aportando con nuestras costumbres y adoptando las costumbres positivas de las tierras ajenas.
Y el quinto punto y final para mí, es que estas situaciones ponen a prueba nuestra cultura cívica y nivel de educación y creo que en mas de una oportunidad hemos reprobado el exámen. Estamos cayendo en un foso oscuro y maloliente en donde el ostentar los logros económicos son los fundamentos del respeto y el poder, en donde los derechos básicos de las personas no significan nada al momento de relacionarnos dejando de lado el buen lenguaje, la justicia como motor de orgullo y de nuestras acciones incluso en la fila del banco o del supermercado, dejamos de lado el valor del ser humano por el sólo hecho de serlo, es decir, yo saludo a quien pasa por el lado porque me puede aportar algo sino....ni lo miro.
Los peruanos, como país, podrán ser vistos como bastante menos desarrollados que nosotros pero nos llevan la delantera en su concepto de país y sociedad en busca del desarrollo y para ello se han subido al gran tren potenciador económico llamado TURISMO al cual nosotros aún ni siquiera decidimos si nos subiremos o no.
Mucho amor propio regado por el piso, mucha disfonía ganada por gritar consignas que no aportan a nada mas que a ahondar mas en el error, mejor trabajar y luchar por mejorar nuestras propias falencias de políticas claras, potenciadoras y reguladores del bien común para poder aportar en serio en el desarrollo de Chile y no quedarnos sólo con un "Peruano y la conch......!!!!"
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